Cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios.

PESCADOS  Y MARISCOS


ENVIAR TRABAJO PRÁCTICO AL WHATSAPP DEL DOCENTE

TÍTULO DEL TRABAJO "TPPYM5"


CLASE 5


Conservación y Almacenamiento Óptimo


Refrigeración Profesional en Casa: La Cadena de Frío Ininterrumpida

Temperatura Ideal: La temperatura óptima para pescados frescos es entre 0°C y 4°C. Temperaturas más altas aceleran el deterioro bacteriano y enzimático.

Aislamiento y Drenaje:

Los pescados y mariscos deben almacenarse en la parte más fría del refrigerador, generalmente en el estante inferior para evitar goteos que puedan contaminar otros alimentos.

Utilizá recipientes con drenaje o rejillas que permitan que el agua de deshielo o los jugos escurran. Esto evita que el producto permanezca en contacto con líquidos que aceleran su descomposición.

Método del hielo: Para una conservación superior, colocá el pescado o marisco directamente sobre una cama de hielo picado (no cubitos enteros que pueden magullar el producto) dentro de un recipiente con drenaje. Cambiá el hielo diariamente. Esto simula las condiciones de las pescaderías profesionales.

Protección contra el Aire y Contaminación Cruzada:

Envolvé el pescado o marisco firmemente en film transparente o papel de estraza encerado para protegerlo del aire (que causa oxidación y deshidratación) y de los olores de otros alimentos.

Mantené siempre los productos del mar crudos separados de los cocidos y de otros alimentos listos para consumir para evitar la contaminación cruzada.

Congelación Segura y Óptima: Preservando la Calidad Sensorial

La congelación es una herramienta poderosa, pero mal hecha puede arruinar la textura y el sabor. El objetivo es congelar rápido y descongelar lento para minimizar el daño de los cristales de hielo.

Preparación Pre-Congelación:

Limpieza y Porcionado: Limpiá y eviscerá el pescado si es entero. Fileteá o porcioná el pescado y los mariscos según tus necesidades futuras. Esto facilita la descongelación y evita tener que descongelar todo si solo necesitás una parte.

Secado: Secá bien el producto con papel de cocina antes de congelar. El exceso de humedad forma más cristales de hielo.

Empaque Hermético: Clave para Evitar Quemaduras por Frío:

Envasado al vacío: Es el método ideal, ya que elimina todo el aire y previene las "quemaduras por frío" (zonas deshidratadas y blancas).

Doble envoltura: Si no tenés envasadora al vacío, envolv´é cada porción primero en film transparente, presionando para eliminar el aire, y luego en papel de aluminio grueso o bolsas aptas para freezer.

Recipientes herméticos: Podés usar recipientes de plástico rígido, asegurándote de que no haya bolsas de aire grandes.

Congelación Rápida:

Colocá los paquetes de pescado o marisco en la parte más fría del freezer (generalmente la parte superior o en contacto con las paredes de enfriamiento). Cuanto más rápido se congele, más pequeños serán los cristales de hielo y menos daño sufrirá la textura.

Etiquetado: Siempre etiquetá tus paquetes con la fecha de congelación y el tipo de producto. Aunque la vida útil en el freezer es larga, la calidad óptima se mantiene por un tiempo limitado (ej. 3-6 meses para pescados grasos, hasta 9-12 meses para pescados magros).

 Descongelación Segura y Óptima: La Paciencia es una Virtud

La descongelación es tan importante como la congelación. Una descongelación incorrecta puede provocar una pérdida significativa de textura y jugosidad.

Descongelación Lenta en Heladera (Método Ideal):

Trasladá el pescado o marisco congelado del freezer a la heladera con 12 a 24 horas de antelación, dependiendo del tamaño. Colocálo en un recipiente con rejilla para que los jugos de la descongelación escurran. Este método minimiza el daño celular.

Descongelación Rápida con Agua Fría:

Si tenés poco tiempo, colocá el producto (bien sellado en su envase original o en una bolsa con cierre) bajo un chorro suave de agua fría corriente, o sumergilo en un recipiente con agua fría que cambies cada 30 minutos. Nunca uses agua caliente, ya que esto cocina el exterior y degrada la textura.

Evitar el Microondas:

El microondas es el último recurso para descongelar, ya que tiende a cocinar partes del pescado y dejar otras congeladas, resultando en una textura gomosa y desigual. Si lo usás, hacelo en ciclos cortos y a baja potencia, volteando el producto constantemente.

Una Vez Descongelado:

Una vez descongelado, el pescado o marisco debe cocinarse inmediatamente. Nunca vuelvas a congelar un producto del mar que ya fue descongelado, a menos que lo hayas cocinado primero.

 Otras Técnicas de Conservación (Breve Introducción):

Salmueras y Marinadas Conservantes: Más allá del sabor, ciertas marinadas ácidas o salmueras (que contienen sal y/o azúcar) pueden extender ligeramente la vida útil del producto fresco al inhibir el crecimiento bacteriano inicial.

Curado en Sal (para algunas especies): Mientras que el curado completo transforma el producto (como el bacalao salado), las salazones ligeras pueden ser una forma de conservación a corto plazo para algunos pescados.


Despiece Profesional de Pescados Grandes y Pequeños


Herramientas Esenciales y su Uso Correcto

Antes de empezar, es crucial tener las herramientas adecuadas y saber cómo usarlas:

Cuchillo Fileteador: Flexible, con hoja delgada y punta afilada. Permite seguir las espinas y la forma del pescado con precisión.

Cuchillo de Despellejar (para piel gruesa): Más rígido y robusto, útil para pescados con piel resistente como el salmón o el atún.

Cuchillo de Cocina o Cebollero: Para cortar la cabeza, la cola y realizar cortes más gruesos.

Tijeras de Cocina Resistentes: Ideales para cortar aletas, espinas finas y partes cartilaginosas.

Pinzas de Despinado: Pequeñas pinzas de punta plana, indispensables para extraer las espinas "en Y" que quedan en los filetes.

Tabla de Cortar Estable: Preferiblemente de plástico o un material no poroso, que se pueda lavar y desinfectar fácilmente. Una toalla húmeda debajo evitará que se deslice.

Paño de Cocina o Papel Absorbente: Para asegurar el agarre del pescado y mantener la superficie de trabajo limpia.

 Fileteado de Pescado Entero: Dominando el Cuchillo

El fileteado es una secuencia de cortes precisos. Practicar con diferentes tipos de pescado es fundamental para desarrollar la destreza.

Pescados Blancos (ej. Merluza, Lenguado, Abadejo): Su carne es más delicada y las espinas más finas.

Preparación: Colocá el pescado sobre la tabla, con la cabeza hacia tu mano no dominante. Asegurá un buen agarre.

Corte detrás de la Cabeza: Realizá un corte profundo detrás de la aleta pectoral, justo detrás de la cabeza, hasta sentir la espina central, pero sin cortarla. Incliná ligeramente el cuchillo para seguir el contorno de la cabeza y minimizar el desperdicio.

Corte a lo Largo de la Espina Dorsal: Desde el corte inicial, girá el cuchillo casi paralelo a la tabla y deslizálo a lo largo de la espina dorsal, desde la cabeza hasta la cola, manteniendo la punta del cuchillo pegada a la espina. Sentirás cómo el cuchillo separa la carne de las costillas.

Separación del Filete: Levantá ligeramente el filete y continuá cortando las espinas costales que lo unen. Podés cortar a través de ellas con la punta del cuchillo o deslizándote por debajo. Una vez que el filete esté libre, repetí el proceso en el otro lado del pescado.

Despinado y Desollado (si es necesario): Una vez obtenido el filete, las pinzas de despinado son esenciales para extraer las pequeñas espinas que quedan incrustadas. Para desollar, colocá el filete con la piel hacia abajo, sujetá firmemente la cola con una mano y deslizá el cuchillo plano entre la piel y la carne, con un movimiento de sierra.

Pescados Azules (ej. Salmón, Caballa, Bonito): Generalmente tienen más grasa y una carne más firme. El proceso es similar, pero la carne puede ser más "pegajosa".

La técnica general de fileteado es la misma, pero la firmeza de la carne puede permitir un corte más fluido y una menor preocupación por "deshacer" el filete.

Para el salmón, a menudo se prefiere despellejarlo una vez fileteado, ya que su piel es gruesa y fuerte, pero con un buen corte se puede obtener un filete limpio.

 Aprovechamiento Integral: Más Allá del Filete

Un despiece profesional no se limita a los filetes; se trata de utilizar cada parte del pescado para maximizar el sabor y reducir el desperdicio (filosofía "nose-to-tail", o en este caso, "head-to-tail").

Cabezas y Espinas: Son la base perfecta para fondos de pescado (fumets). Un buen fumet es esencial para muchas salsas, arroces, guisos y sopas de pescado.

Proceso Básico del Fumete: Dorá ligeramente las cabezas y espinas (sin branquias, que amargan) con mirepoix (cebolla, zanahoria, apio), deglasá con vino blanco y cubrí con agua fría. Cociná a fuego lento, espumando, durante 20-30 minutos (no más, para evitar amargor). Colá y reducí si es necesario.

Recortes y Trozos Menores: Pueden usarse para:

Terrinas y Patés de Pescado: Moler los recortes con otros ingredientes para crear preparaciones elegantes.

Rellenos: Para pastas rellenas (ravioles, canelones), empanadas o tartas de pescado.

Frituras: Pequeños trozos de pescado blanco pueden freírse para ensaladas o como "tapas".

Aceites Saborizados: Las pieles grasas o los restos de carne con grasa (como del salmón) pueden cocinarse lentamente en aceite a baja temperatura para infundirlo con sabor a pescado.

Hígados y Huevas: En algunas especies (ej. bacalao, merluza, abadejo), el hígado y las huevas son considerados manjares y se cocinan por separado. El hígado de bacalao, por ejemplo, es una delicia. Las huevas pueden saltearse, freírse o usarse en patés.


 Limpieza y Preparación de Mariscos Complejos


La limpieza y preparación de mariscos no solo es fundamental por razones higiénicas, sino también para realzar su sabor y textura. Cada tipo de marisco tiene sus particularidades y dominarlas es clave para evitar texturas gomosas, sabores amargos o la presencia de arena. Aquí profundizaremos en los más comunes y sus desafíos.

Limpieza y Desvenado de Langostinos y Gambas: El Toque Crucial

Las gambas y langostinos son muy populares, pero su preparación puede ser el punto de quiebre.

Piel y Cabeza: ¿Quitar o Dejar?

Para caldos y sabor intenso: Dejar la piel y la cabeza es ideal para cocciones donde se busca infundir sabor al líquido, como paellas, sopas o salsas. La cabeza es especialmente rica en sabor y yodo.

Para consumo directo y estética: Si se van a saltear, asar o freír para ser consumidos directamente, generalmente se quita la piel y, a veces, la cabeza.

El Desvenado (Intestino): Este es el paso más importante para evitar un sabor amargo y una textura arenosa.

Con Piel: Hacé un corte superficial a lo largo del lomo de la gamba con un cuchillo afilado o un palillo. Con la punta del cuchillo o una aguja fina, levantá y extraé el hilo oscuro (intestino). Enjuagá brevemente si es necesario.

Sin Piel: Una vez pelada la gamba, el intestino es más visible. Hacé un corte a lo largo del lomo y retirá el hilo.

Limpieza de Residuos: Enjuagá brevemente las gambas y langostinos bajo agua fría después del desvenado para asegurar que no queden residuos. Secalas bien con papel de cocina antes de cocinar para favorecer un buen sellado y evitar que se cuezan al vapor.

Apertura de Ostras y Almejas: Seguridad y Delicadeza

Abrir bivalvos frescos requiere técnica y seguridad para no lastimarse ni dañar el producto.

Ostras: El Arte del Ostión y la Presentación:

Herramientas: Necesitarás un cuchillo ostrero (robusto, de punta ancha y sin filo) y un paño de cocina grueso o un guante protector.

Agarre Seguro: Sostené la ostra con el paño, con la parte plana hacia arriba y el "talón" (bisagra) apuntando hacia vos.

Inserción del Cuchillo: Introducí la punta del cuchillo en la bisagra (donde las dos conchas se unen) con firmeza, pero sin hacer palanca bruscamente.

Apertura y Separación: Una vez que el cuchillo penetra, girálo suavemente para abrir la bisagra. Deslizá la hoja del cuchillo por el interior de la concha superior para cortar el músculo aductor que la une. Retirá la concha superior.

Limpieza Final: Con el mismo cuchillo, desprendé suavemente el músculo de la ostra de la concha inferior, asegurándote de no derramar el líquido interior (licor de ostra), que es muy valorado. Retirá cualquier fragmento de concha.

Almejas, Berberechos y Mejillones: Purgado y Apertura:

Purgado (Muy Importante): Antes de usar, las almejas y berberechos deben purgarse para que suelten la arena y el sedimento. Sumergilas en agua fría con una cucharada de sal gorda por cada litro, durante al menos 30 minutos a 2 horas (o incluso toda la noche en la heladera), cambiando el agua varias veces. Descartá las que estén abiertas y no se cierren al golpearlas suavemente.

Limpieza Externa: Limpiá las conchas con un cepillo bajo agua fría para eliminar algas o suciedad. Retirá las "barbas" de los mejillones tirando firmemente.

Apertura por Calor (la más común): Cociná las almejas, berberechos o mejillones en una olla con un poco de líquido (vino blanco, agua, caldo) a fuego fuerte y tapados. Se abrirán en pocos minutos. Descartá las que no se abran.

Apertura en Crudo (para preparaciones específicas): Algunas recetas requieren almejas crudas. Se abren introduciendo un cuchillo fino por el lateral y cortando los músculos aductores.

 Preparación de Centollos, Langostas y Bogavantes: Extracción de Carne y Cocción Previa

Estos crustáceos de gran tamaño son verdaderos manjares, pero requieren una preparación específica para aprovechar al máximo su carne.

Cocción Previa (Si no vienen cocidos):

Ebullición: La forma más común. Llevá a ebullición abundante agua con sal (similar al agua de mar, unos 30-40g de sal por litro) y laurel. Sumergí el crustáceo vivo (preferiblemente de cabeza para una muerte rápida) y cociná por el tiempo adecuado según su peso.

Langosta/Bogavante: 8-12 minutos por cada 500g, el primer medio kilo. Luego 3-5 minutos adicionales por cada 500g extra.

Centollo: 15-20 minutos para un centollo de tamaño medio.

Vapor: Una alternativa que algunos prefieren para una cocción más suave.

Enfriamiento Rápido: Una vez cocidos, sumergí los crustáceos en un baño de hielo para detener la cocción y facilitar el manejo.

Despiece para Consumo o Extracción de Carne:

Separar Patas y Pinzas: Girando, separá las patas y pinzas del cuerpo.

Abrir el Caparazón: Para centollos, levantá la tapa del caparazón. Para langostas/bogavantes, cortá el caparazón longitudinalmente con un cuchillo robusto.

Extraer la Carne: Usá un tenedor de marisco, cucharas pequeñas o tus dedos para extraer la carne de las patas, pinzas y cuerpo. No olvides la carne de la cabeza y el tórax, que a menudo contiene el "corral" (la parte verde del bogavante/langosta, considerada una delicia) o las huevas.

Aprovechamiento de Cáscaras: Guardá las cáscaras para hacer caldos, bisques o concentrados de marisco. Tostarlas previamente en el horno realza su sabor.

 Limpieza y Preparación de Calamares y Pulpos: Textura y Ternura

Estos cefalópodos requieren una limpieza específica para evitar sabores indeseados y una cocción controlada para lograr la ternura ideal.

Calamares (y Sepias):

Separar Cabeza y Cuerpo: Sujetá el cuerpo y tirá suavemente de la cabeza. Con ella saldrán los interiores y la pluma transparente (giba).

Retirar Interiores: Descartá los interiores, reservando la tinta si la vas a usar.

Quitar Piel: La piel de los calamares puede retirarse fácilmente tirando de ella. Esto mejora la textura y presentación, aunque no es obligatorio para todas las recetas.

Limpiar la Cavidad: Enjuagá el interior del tubo bajo el grifo para eliminar cualquier residuo.

Patas y Ojos: Cortá las patas justo por debajo de los ojos y descartá la parte de la cabeza con los ojos. Presioná el centro de las patas para extraer el "pico" o boca. Las patas pueden usarse para cocinar.

Pulpos:

Limpieza Pre-Cocción: Si el pulpo no viene ya limpio, deberás limpiar el interior de la cabeza (vaciándola), retirar los ojos (cortando alrededor) y la boca (sacando el pico central). Enjuagá bien.

"Asustar" el Pulpo: Para lograr una textura tierna, especialmente en la cocción a la gallega, es común "asustar" el pulpo. Sumergilo tres veces en agua hirviendo durante unos segundos y retirálo, antes de dejarlo cocer continuamente. Esto ayuda a que no se le caiga la piel y a romper las fibras.

Cocción Prolongada: El pulpo requiere una cocción prolongada y a fuego suave para ablandarse. El tiempo variará según el tamaño, pero puede ir de 40 minutos a más de 1 hora y media por kilo, hasta que esté tierno al pincharlo.

Enfriamiento: Deja que se enfríe en su propio caldo para que absorba sabor y mantenga la humedad.


TRABAJO PRÁCTICO


A)¿Por qué es tan importante que el pescado fresco esté entre 0°C y 4°C en la heladera?

B) Al despiezar un pescado, ¿qué parte es fundamental guardar para hacer un buen fumet o caldo?